¿Por qué se pierden los zapatos en los accidentes?
Por: José Antonio Rojas Castillo, criminólogo
Un fenómeno curioso que se observa en los accidentes de tránsito, y específicamente en los atropellos, es el de la pérdida del calzado, ya sea uno o ambos zapatos por parte de las víctimas.
Dicha pérdida en los percances viales, incluso de los zapatos mejor atados con cordones, se debe a las tremendas fuerzas resultantes de una colisión, es decir, la energía del vehículo en movimiento al momento del encuentro, es transferida a al cuerpo de la víctima, sacudiéndolo e incluso provocando que salgan despedidas pulseras, anillos, sortijas… y que se suelten las hebillas de los cinturones.
Por lo general, como usuarios de las vías de comunicación, sea como conductores o peatones, no nos detenemos a reflexionar en la violencia implicada en un atropello típico, por lo que a continuación describiremos la serie de movimientos de la víctima, a la que denominaremos “secuencia”.
Secuencia del atropello
Encuentro. Es el contacto inicial entre el peatón y el vehículo.
Impacto. Momento en que el peatón es empujado, haciéndole perder el equilibrio. Tras el golpe, el peatón es sometido a una aceleración que le hace caer en primer lugar, hacia el vehículo cuando este posee un frente bajo.
Aceleración. Situación en la que el peatón se eleva del suelo y sometiéndolo a un giro (desequilibrio).
Después, al estar suspendido en el aire, el peatón es proyectado por el automotor -que sigue avanzando- y aterriza sobre el cofre, parabrisas o techo. Cronológicamente hablando, todo esto ocurre en un brevísimo periodo de tiempo del orden de los 100 milisegundos.
Como resultado de la rotación, la parte baja del cuerpo se mueve de abajo hacia arriba y el cuerpo gira hacia el vehículo.
Proyección. Movimiento del peatón alejándose del vehículo.
Arrastre. Movimiento del peatón por el suelo, debido al impulso al que ha sido sometido.
Como hemos podido observar, en la secuencia del atropello, el cuerpo humano está sometido a infinidad de fuerzas en direcciones opuestas, por lo que el cuerpo reacciona instintivamente para protegerse del impacto y relaja los músculos, permitiendo que la energía recibida se desplace por él mismo y busque una salida, muchas veces por las extremidades tanto superiores como inferiores.
Concluyendo que la fuerza inercial que acompaña todos los objetos dentro de un vehículo. Si tu cuerpo se mueve a una determinada velocidad y este es detenido de forma inmediata como sucede en los accidentes, la fuerza inercial hace que los objetos se desplacen saliendo de su lugar.
