Revisión de la carrocería al momento de la compra de un auto usado

Revisión de la carrocería al momento de la compra de un auto usado

Alfredo Salgado

Cuando nos enfrentamos a la necesidad de comprar un auto usado nos llegamos a preguntar, ¿cómo verificar las condiciones de la carrocería?, ¿cómo saber si el vehículo se ha visto involucrado en un siniestro?, ¿cómo saber si los elementos de la carrocería son los originales?, entre otras. Para ayudarnos a resolver estas dudas, en este número de Autobody Magazine abordaremos este tema para darles a ustedes amables lectores, una guía rápida de verificación sobre las condiciones de la carrocería de un auto usado que se efectúa en un corto tiempo y sin la necesidad de equipos o instalaciones especiales.

 

Paso 1.- Inspección visual

El primer paso supone la inspec­ción visual del vehículo, la importancia de este análisis reside en que permite diagnosticar la existencia de daños o reparaciones previas por las señas que presenten la carrocería y la pintura. Para este primer análisis se puede utilizar el método de cronos que sugiere iniciar la verificación desde la parte frontal del vehículo para continuar en dirección y sentido de las manecillas de un reloj. Al emplear este método debemos poner especial atención en descubrir indicios de falta de armonía geométrica de los elementos que forman parte del vehículo así como descubrir algún faltante (moldura, tapa, tornillo, etc.) o identificar defectos o cambio de tonalidad de la pintura.

En la inspección visual hay que prever que algunos daños pueden que­dar ocultos bajo las tapas, vestiduras, asientos y demás accesorios, por lo que, en algunos casos, será necesario proceder a desmontarlos.

Vista interior de un costado.

Paso 2.- Secciones de la carrocería

Una vez realizada la inspección general es conveniente clasificar la carrocería de la siguiente manera para lograr una verificación correcta y puntual del estado de un vehículo de uso.

a) Sección delantera

b) Sección central

c) Sección trasera

a) Sección delantera

Para detectar posibles daños estructurales en la parte delantera, nos colocamos de frente al vehículo y se observa el nivel (altura de los elementos) de todo el conjunto frontal. Si existiera diferencia de niveles entre las partes izquierda y derecha, esto significa que alguna de las puntas de la carrocería tiene una diferencia en altura con respecto a la otra.

Si alguna de las salpicaderas no se alinea de manera adecuada con la puerta debido a que se encuentra demasiado pegada en la parte inferior, esto significa que la punta del bastidor está por debajo de su nivel, por el contrario si alguna de las salpicaderas se cierra en su parte superior se trata de un aumento de nivel en la punta del bastidor.

El hueco de luz entre las salpicaderas y el cofre debe ser continuo de la punta de las salpicaderas al final, si existe alguna diferencia de la separación (generalmente la punta de la salpicadera y la punta del cofre se encuentran más cerradas o abiertas con respecto a la parte posterior) significa que se tiene una deformación lateral en la punta de los bastidores o caja de rueda. Si esta inspección visual es positiva, entonces se procede a abrir el cofre y a buscar huellas de deformaciones o trabajos realizados en esta zona como:

  • Pliegues y arrugas en la lámina.
  • Pintura desportilladas y selladores levantados, cuarteados o agrieta­dos.

Pliegues y arrugas en la lámina. Se buscan pliegues y arrugas en la lámina, considerando que serán de mayor intensidad cuanto más cercanos estén a la zona de impacto o cuando el diseño de la carrocería presente puntos fusibles muy marcados. La presencia de pliegues y arrugas puede indicar la existencia de daños estructurales mal reparados o que el vehículo se involucró en un siniestro.

Pliegues y arrugas en la punta de bastidor.

Pintura despostillada y selladores levantados, cuarteados o agrietados. La existencia de pintura despostillada y selladores levantados, cuarteados o agrietados en algún punto de la carrocería, sugiere daños severos, que pueden estar afectando a elementos estructurales por lo que la localización de este tipo de daños resulta fundamental para un correcto diagnóstico de las condiciones de la carrocería.

Sellador cuarteado en caja de rueda delantera.

b) Sección central

Los daños que puede presentar la parte central se pueden verificar de forma sencilla, solo basta con observar el hueco de luz entre la puerta delantera y la puerta trasera; este hueco de luz deberá ser parejo de la parte superior a la parte inferior de las puertas, además las líneas de estas deberán coincidir perfectamente, de no ser así es muy probable que se tengan daños en el poste central. Una forma de evaluarlos es observando toda la carrocería lateralmente desde su punto más alejado, si se percibe un hundimiento en la parte central a nivel medio de las puertas significa que el poste central ha perdido anchura.

Hueco de luz entre puerta delantera y trasera–>

 

c) Sección Trasera

Se verifica la parte trasera ya que puede presentar diferentes tipos de daños:

Un daño típico es aquel que deforma los costados ocasionando un abombamiento o compresión del elemento reduciendo su longitud y al mismo tiempo el hueco de luz entre el costado y la puerta trasera se reduce significativamente llegando a cerrarse por completo o aún más, incluso puede llegar a ocasionar un montaje de la puerta trasera sobre el costado. Generalmente en este tipo de daños, uno o ambos largueros traseros sufren una disminución de su longitud.

Otro daño frecuente en la parte trasera se puede identificar como una desalineación de la tapa cajuela con los costados, este tipo de daño se presenta con una reducción en el hueco de luz de la cajuela con el costado en su parte lateral; su origen puede ser por un impacto lateral en la punta de los largueros traseros o en los costados.

 

Hueco de luz entre puerta trasera y costado trasero.

Para detectar posibles daños estructurales en la parte trasera nos colocamos de frente a la facia trasera del vehículo y observamos el nivel (altura de los elementos) de todo el conjunto trasero ya que el tipo de daño más frecuente es aquel que origina una pérdida de nivel de uno o ambos lados. Este daño ocasiona por lo regular, una deformación de los largueros.

Pérdida de nivel en la parte trasera.

Paso 3.- Elementos fijos y elementos amovibles

Los elementos fijos son de fácil identificación ya que originalmente presentan un sistema de unión por soldadura con la carrocería y presentan huellas o marcas características del proceso. Un ejemplo de esto es la unión con soldadura por puntos de resistencia en donde las detalles de una unión original y una realizada en reparación tendrán características diferentes. Ahora bien, para acceder a estas uniones es frecuente el desmontaje de las gomas de hueco de puerta.

 

Soldadura aplicada en reparación.

La detección del cambio de elementos amovibles de la carrocería (salpicaderas, faros, parillas, etc.,) es más complicada ya que la búsqueda de indicios dependerá del tipo de elemento que haya sido sustituido de tal manera que si el elemento presenta un terminado pintado se buscarían evidencias de un deficiente enmascarado, defectos de pintura e incorrecta alineación con los elementos adyacentes así como la comprobación de la originalidad de la pieza como única posibilidad para el diagnóstico.

Recomendaciones

Antes de tomar la decisión final de compra es recomendable pedir la opinión de un experto para saber con certeza las condiciones de la carrocería y calcular el tiempo y los costos de reparación que tendrán que descontarse del precio final de la compra del vehículo, si es que se decide adquirirlo.

Siempre recordando que el buen estado de la carrocería es fundamental para un comportamiento eficiente de la seguridad activa, pasiva y sistemas que a ella se incorporan.

NOTICIAS
Verified by MonsterInsights