Cinturón de Seguridad y Obesidad

Cinturón de Seguridad y Obesidad

El cinturón de seguridad es un dispositivo que tiene la finalidad de proteger al ocupante del vehículo en caso de accidente al disminuir sus lesiones y existen dos tipos de cinturón: el pélvico y el torso-pélvico; es decir, de tres puntos que fue inventado en 1959 por Nils Bohlin de Volvo y que actualmente se fabrica con fibras de kevlar.

De acuerdo con prestigiados investigadores mexicanos y extranjeros, los golpes son disminuidos en los conductores de la siguiente forma: lesiones cerebrales, 33%; fracturas craneales, 18%; heridas faciales, 45%; lesiones oculares, 38%; fracturas faciales 6% y lesiones pulmonares, 33%.

En México se cuenta con la norma oficial NOM-119-SCFI-2000, que indica las especificaciones y métodos de prueba. Establece que el cinturón de seguridad es un dispositivo que minimiza los riesgos a los que se encuentran sometidos los ocupantes de vehículos automotores e indica la clasificación, especificaciones, métodos de prueba, entre otros. Sobre las especificaciones refiere el ancho, resistencia a la tracción y alargamiento, pero no indica la longitud que deben poseer pues se basan en antropometrías genéricas, es decir, se toma la talla de un adulto saludable promedio.

De acuerdo a un estudio realizado por los investigadores en seguridad vial de Cesvi México, la longitud de los cinturones de seguridad de los vehículos más comunes de tipo Sedán (4 puertas) oscilaban entre los 2.26 hasta los 2.60 metros, mientras que el promedio fue de 2.43 metros.

Esta situación compromete, en seguridad vial, a las personas que padecen obesidad ya que de las 1,200 millones de personas que tienen problemas de sobrepeso y obesidad en el mundo, 80 millones son mexicanos, y de acuerdo a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), nuestro país está posicionado en el segundo lugar de las naciones con mayor índice de obesidad en su población con un alarmante 30%. (Centro de Nutrición, Obesidad y Alteraciones Metabólicas, Marzo 12, 2012), por lo que ésta población tiene el posible riesgo de no abrocharse el cinturón de seguridad adecuadamente, ya sea como conductor o acompañante.

En la prueba de campo, los investigadores evaluaron a un sujeto de talla 46 que tiene un perímetro de cintura de 135 centímetros. Al colocarse el cinturón de seguridad del conductor, el cual medía 226 cm, su cuerpo requirió 186 cm de la cinta; es decir, 82% de la longitud y tuvo una holgura de apenas 40 cm, lo que representa el 18% de la longitud total del elemento. Ahora bien, habrá que tener presente que existen personas con un diámetro de cintura mayor y que utilizarían la totalidad del cinturón o que difícilmente tendrían la habilidad de sujetarse por sí mismos o de sentarse cómoda y seguramente.

Movilidad

Como parte del estudio, al participante se le pidió que recogiera un objeto que obstruía los pedales, y como era de esperarse, sus movimientos fueron muy limitados, lo que ocasionó un mayor tiempo de distracción al tratar de quitar el objeto.

Además, al tener más justa la banda pélvica, el sujeto tuvo que acomodársela constantemente, provocando que sujetara el volante con una mano por lo que el control del vehículo no sería absoluto en caso de una emergencia al conducir.

Otro riesgo que se detectó es que el cinturón no se ajustó a la cadera, sino que presionó de forma directa el estómago, lo que en un accidente incrementa el riesgo de lesiones graves de los órganos internos.

Por lo anterior antes de conducir un vehículo es necesario verificar la longitud del cinturón de seguridad con respecto a personas con algún grado de obesidad, por lo que sugerimos lo siguiente:

  • Cerciorarse de que la longitud del cinturón sea adecuada.
  • Mantener el cinturón pélvico lo más ajustado a la cadera y no sobre el estómago.
  • Para evitar movimientos innecesarios dentro del vehículo mientras se conduce, revisar que no haya objetos sueltos.
  • Respetar los límites de velocidad.
  • Utilizar cinturón de tres puntos torso-pélvico aún en los asientos traseros.
  • Evitar sentarse en el asiento trasero central, ya que en este lugar el dispositivo de seguridad únicamente es pélvico y de una menor longitud.
  • Pero sobre todo se recomienda, tanto por seguridad como por salud personal, considerar la disminución del sobre peso.
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