Tips para evitar daños al turbocompresor
Por: Adrián García, ingeniero mecánico automotriz.
Muchos propietarios de vehículos con prestaciones deportivas suelen quejarse del turbo cargador, en tanto que otros deciden comprar otro tipo de unidades porque “han oído” que dan muchos problemas. Lo cierto es que como cualquier componente delicado del automóvil, el turbocargador requiere de atención y mantenimiento regular para un funcionamiento óptimo que puede prolongarse incluso a toda la vida útil del vehículo. De ahí que ABM presente en esta ocasión algunos tips para evitar dañar tan importante pieza.
Comencemos por decir que los automóviles requieren de aire y combustible para funcionar. El combustible lo impulsa una bomba mientras que el aire es succionado, en el caso de los motores por aspiración atmosférica e inyectado en las máquinas turbo cargadas.
Establecido lo anterior, los turbocompresores tienen la misión de aprovechar la fuerza con la que salen los gases de escape para impulsar una TURBINA colocada en la salida del múltiple de escape. Dicha TURBINA se une mediante un eje a un COMPRESOR en el otro extremo del TURBO CARGADOR.
El compresor está colocado en la entrada del múltiple de admisión y con el movimiento giratorio que le transmite la turbina a través del eje, aumenta la presión del aire que entra a través del filtro y como resultado mejora la alimentación del motor.
El turbo impulsado por los gases de escape alcanza velocidades extremadamente altas, desde 80 mil hasta 120 mil revoluciones por minuto (RPM) además de temperaturas que rondan los 700 grados Celsius, por lo tanto hay que vigilar el sistema de lubricación de los bujes o cojinetes donde se apoya el eje en sus extremos, al igual que a las aspas de la propia turbina y al compresor.
La lubricación del turbo
Como el turbo está sometido a altas temperaturas de funcionamiento, la lubricación de los cojinetes deslizantes es muy importante, por someterse el aceite a altas temperaturas y desequilibrios dinámicos de las dos aspas o aletas, por lo que en caso de que se le peguen restos de aceite o suciedad, producirán vibraciones que pueden romper las aspas de los rotores y como consecuencia, un daño severo al motor.
Además el eje o flecha del turbo está sometido en todo momento a altos cambios de temperatura, en donde el calor del extremo caliente se transmite al lado más frio, lo que exige una buena lubricación porque se puede carbonizar el aceite, debiéndose utilizar lubricantes de excelente calidad.
También recomendamos que después de utilizar severamente el motor con recorridos largos y a altas velocidades, no detener inmediatamente el motor, sino dejarlo en marcha mínima o en ralentí por un lapso de 30 a 60 segundos, para garantizar una lubricación y enfriamiento óptimos para cuando se vuelva a arrancar el motor.
El cojinete del lado de la turbina puede calentarse extremadamente si el motor se apaga inmediatamente después de un uso intenso del motor.
Recomendaciones y cuidados para los turbocompresores
El turbocompresor está diseñado para durar lo mismo que el motor, no requiere de un mantenimiento especial. Para garantizar que la vida útil del turbo corresponda con la del motor, deben cumplirse de forma segura las siguientes recomendaciones de mantenimiento del motor que proporcione el fabricante.
- Mantenimiento al sistema de lubricación (cambio de aceite).
- Mantenimiento al sistema de enfriamiento (cambio de anticongelante).
- Mantenimiento al sistema de admisión (cambio del filtro de aire).
El 90% de las fallas que se generan en los turbocompresores, se debe a las siguientes causas;
Penetración de cuerpos extraños en la turbina o en el compresor (por falta del filtro de aire).
- Suciedad en el aceite
- Aceite de mala calidad
- Baja presión de aceite
- Exceso de revoluciones
- Altas temperaturas de gases de escape
- Deficiencias en el sistema de encendido
- Deficiencias en el motor (paso de aceite)
Parar constantemente el motor sin dejarlo enfriar en trayectos largos o con temperaturas altas.
Además estimados lectores, es muy importante que sepan que si se apaga el motor muy caliente y no se enfría, el turbo puede quedarse sin lubricación, ya que la bomba de aceite deja de funcionar y por consiguiente un desgaste prematuro en los bujes flotantes del turbo cargador, a consecuencia de la alta temperatura de turbo y el motor.
